El Presidente criticó al «coaching» que reciben algunos dirigentes opositores, tras asegurar que «estuvo haciendo un poco de zapping» y escuchó a alguien decir que «había que estar cerca de ellos».
Al encabezar desde el partido bonaerense de Quilmes la inauguración de 100 obras en distintas provincias, el presidente Alberto Fernández cuestionó hoy el «coaching» de algunos dirigentes de la oposición y aseguró que el oficialismo «habla menos de la gente porque trabaja para la gente». En este sentido, negó que los dirigentes del Frente de Todos sean parte de una «casta política» y subrayó: «Nacimos rodeados de trabajadores, conocemos lo que le pasa a nuestra gente».
«No tenemos muy incorporado en nuestro léxico político la palabra ‘gente’, pero tenemos incorporado en el alma es el compromiso con cada argentino que está necesitando en este país. No hablamos a la gente, hacemos por la gente», señaló Alberto Fernández.
«Tengo la tranquilidad de que no les mentí: trabajé para cada argentino y cada argentina y empezamos por los que peor estaban. A veces me pregunto por qué proponen los debates de este modo y por qué no podemos proponer una campaña política que tenga la honestidad de decir que vivimos los peores dos años de la humanidad y acá estamos, todavía cantamos», indicó.
Y añadió: «Quiero convocarlos a la reflexión a todos. Demasiado padeció la Argentina en los cuatro años previos a la pandemia y los dos años de la pandemia. El deber que tenemos los que hacemos política es parar el padecimiento de nuestra gente».
«Ahí no mas está la puerta de salida de la pandemia y cuando crucemos esa puerta, vamos a hacer todo lo que dijimos que íbamos a hacer y la pandemia no nos dejó», señaló. «Hemos hecho mucho y nos queda mucho por hacer: que no nos confundan. Nosotros no hablamos de la gente, estamos y somos la gente. Nacimos en el pueblo, somos parte del pueblo», destacó.
Al referirse a la inauguración de las obras, manifestó: «No vinimos a hacer publicidad con esta obra, vinimos a disfrutar con ustedes de esta obra que se ha terminado. Hablamos menos de la gente, trabajamos para la gente, hacemos con la gente».
«Es una pena que se haya tardado tanto. No sé qué políticas se habrán cocinado acá, pero la verdad es una lástima que se haya postergado tanto un lugar tan importante y tan central para el desarrollo de Quilmes», lanzó el Presidente, con la ironía destinada al chef y dirigente del PRO Martiniano Molina, quien gobernó el distrito entre 2015 y 2019.
En ese sentido, destacó: «Cuando llegamos las obras estaban paralizadas en todo el país: incumplimientos con muchos constructores; contratos de un invento que habían hecho que se llamaban las PPP, un formidable negocio para algunos, un formidable desastre para el Estado y no eran ventajosos para el pueblo».